¡Me encanta Barcelona! Y me gusta más cuando estoy rodeado de buenos amigos.
El pasado fin de semana viajé a Barcelona con tres objetivos, actuar para Frangelico, actuar con Un Mago en Tu Vida y comer y beber muy bien. Conseguí los tres objetivos y saqué nota, además.
Junto a Paul Henry, mago y mentalista catalán y Toni Muñoz, mago y hermano mágico, participamos en La Sobremesa de Frangelico un súper evento en el centro de Barcelona que combinaba improvisación teatral, magia y unos deliciosos cócteles con Frangelico. Y ojo, no me han pagado, estaban muy ricos de verdad.
Preparamos diferentes incursiones a las mesas de los invitados y realizamos magia y mentalismo muy cerca. El resultado, fruto o no del Frangelico, no es lo puedo asegurar, fue positivo y los espectadores chillaban, saltaban en sus asientos, grababan y terminaban expresando ¡Que cabrón! (Probablemente el halago más bonito que puede recibir un mago)
Por la noche acudí al escenario de Los Cinco Monos, un local muy céntrico de Barcelona dedicado al teatro y a la magia, por supuesto. Allí, y bajo una emoción a penas contenida (que bonito me ha quedado esto) fui mago invitado ¡Bueno, miento! ¡Fui un mago más de Un Mago En Tu Vida!
Presenté un extracto muy chiquito, en tres fases, de Magia Para Incrédulos, y lleve mi credulidad para miopes de lo increíble hasta Barcelona. Tenía muchas ganas de este momento, yo que le debo tanto a la magia catalana, a Gabi Pareras como impulsor teórico y estudioso de nuestro arte, y a todo lo que me han enseñado allí mis amigos.
Si todo marcha bien (crucemos los dedos) volveré en noviembre a Barcelona.
Hasta entonces… ¡Seguimos!